Actos administrativos que otorgan beneficios son eficaces desde su emisión; los que afectan desfavorablemente requieren notificación. La Administración debe intentar notificar diligentemente y puede publicar actos cuando afecta a una pluralidad de personas o si lo exige la norma o el interés público. Actos administrativos pueden incluir cláusulas accesorias de condición, término o modo para su eficacia.